Desastre de Brumadinho y la gestión de relaves: un punto de inflexión

Ene 29, 2021

Desastre de Brumadinho

La catástrofe de Brumadinho (25 de enero de 2019) ha demostrado ser un catalizador de cambios profundos y radicales en la gestión de los relaves. Este desastre, debido en gran medida a la presión ejercida por los inversores, ha provocado la publicación de unas nuevas y estrictas normas mundiales de seguridad para los depósitos de residuos mineros.

Un mes más tarde de la rotura de la presa, en febrero de 2019, el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM), formado por 27 de las principales empresas metalúrgicas y mineras del mundo, se comprometió a crear una norma internacional. En marzo, y con el compromiso de estandarizar las mejores prácticas en materia de depósitos de residuos,.el  ICMM,  el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la organización Principios de Inversión Responsable (PRI)  convocaron conjuntamente  la iniciativa Global Tailings Review,

Como resultado de esa iniciativa, en agosto de 2020 se publica el Estándar mundial de la industria sobre gestión de relaves, que es de aplicación tanto en instalaciones de relaves existentes como en las futuras, independientemente de su emplazamiento y de sus operadores.

El documento de 40 páginas contiene directrices que abarcan todas las fases del ciclo de vida de los depósitos de relaves, desde la selección de su emplazamiento hasta su cierre. Estas directrices —organizadas en torno a seis áreas temáticas, 15 principios y 77 requisitos auditables añaden nuevos requisitos respecto a la supervisión independiente del diseño y la gestión de los depósitos de relaves, y buscan una mayor divulgación pública de los datos de estas instalaciones, incluida la información sobre las posibles consecuencias de un fallo.

Hace especial mención a los operadores mineros señalando que, para cumplir con este estándar, deben utilizar “medidas específicas para prevenir el fallo catastrófico de las instalaciones de relaves y aplicar las mejores prácticas en la planificación, el diseño, la construcción, el funcionamiento, el mantenimiento, la supervisión, el cierre y las actividades posteriores al cierre”.

La catastrófica rotura de la presa de relaves en Brumadinho, el 25 de enero de 2019, fue una tragedia humana y medioambiental. Cuando la presa de la mina se rompió, no sonó ninguna alarma. Nadie estaba preparado. 13 millones de metros cúbicos de lodo y residuos arrasaron todo lo que encontraron a su paso y acabaron con la vida de al menos 270 personas.

La presa contenía los residuos minerales de Córrego de Feijao, una mina del gigante empresarial brasileño Vale situada en el estado de Minas Gerais, en el sureste del país. Las dimensiones de la tragedia humana de ese día fueron inconmesurables

Una gran cantidad de víctimas fueron trabajadores de la misma empresa. Las instalaciones de la mina también quedaron destrozadas, igual que centenares de casas y propiedades rurales de Brumadinho. Las labores de búsqueda se demoraron durante semanas, y los soldados y bomberos que acudieron al lugar del desastre tuvieron que utilizar maquinaria pesada para excavar las capas de lodo que sepultaron toda la zona.

Un duro recordatorio de que, aunque la industria minera y metalúrgica ha avanzado mucho en la mejora de su funcionamiento, todavía se puede hacer mucho más para salvaguardar vidas, mejorar el rendimiento y demostrar transparencia.

A pesar de que la aplicación de este estándar es voluntario, los miembros del ICMM se han comprometido a cumplirlo en un plazo de tres a cinco años, y se espera que su aplicación se extienda paultinamente más allá de las grandes empresas del sector. De hecho, en diciembre, el PNUMA y el PRI enviaron comunicaciones a más de 350 empresas mineras solicitándoles expresamente que establecieran un calendario para su cumplimiento.

El sector minero, según todos los expertos, tendrá dificultades para aplicar las nuevas normas de seguridad si no realiza una inversión tanto en la gestión de los relaves como en la formación de sus equipos. Según una comunicación publicada conjuntamente con la norma, los conocimientos técnicos sobre los relaves se concentran en un grupo “relativamente pequeño” de especialistas. A partir de ahí, se produce una “rápida caída” de los conocimientos tanto entre los ingenieros y técnicos, como entre los directivos y otros agentes clave, como son los reguladores.

Brumadinho demostró lo devastador que puede ser un fallo en los depósitos de relaves y, en palabras de Andy Fourie, director de un programa de formación en gestión de residuos de la Universidad de Australia Occidental, “Cualquier otro fallo, sea cual sea la mina, afectará a toda la industria. Todos debemos mejorar la gestión de los relaves”,

Consecuencias del nuevo estándar:

  • Instauración de unas prácticas universales en el sector minero, lo que representará un salto de calidad muy importante.
  • Aumento de la transparencia de los operadores en torno a sus instalaciones de residuos, fomentando una mayor divulgación de los datos sobre su gestión y estado.
  • Establecimiento de unas bases para la realización de auditorías y mecanismos para el control de los depósitos.
  • Contribución al aumento de la confianza de los inversores, ya que no tendrán que enfrentarse a los costes, tanto económicos, medioambientales y sociales como de imagen pública, que acarrean las fallas de los depósitos de residuos.
standard icmm

Próximos cursos

¡Suscríbete a nuestra newsletter para mantenerte informado!