Metales para la transición energética, vías para asegurar su suministro

May 17, 2022

Un informe Metals for Clean Energy, encargado por la patronal europea de empresas mineras e importadoras de metales (Eurometaux), pone cifras a las necesidades de metales y tierras raras de la Unión Europea, señala el peligro de que, a partir de 2030, Europa necesite más metales de los que es capaz de importar o reciclar y propone diferentes caminos para asegurar su suministro.

Para cumplir el objetivo de neutralidad climática de la Unión Europea en el año 2050, se necesitará un suministro anual de litio un 2.109% mayor y entre un 24% y un 433% mayor de tierras raras, cada vez más escasos. La transición energética también requerirá un suministro anual mucho mayor de aluminio (equivalente al 30% de lo que Europa ya utiliza hoy), cobre (35%), silicio (45%), níquel (100%) y cobalto (330%), todos ellos esenciales para los planes de Europa de producir los vehículos eléctricos y las baterías, las tecnologías de energía renovable eólica, solar y de hidrógeno, y la infraestructura de red necesaria para lograr la neutralidad climática.

El reciclaje es la principal oportunidad de Europa para mejorar su autosuficiencia a largo plazo y hacia el año 2050 podría proporcionar entre el 45 y el 65% de las necesidades de metales básicos de Europa, hasta un 77% para los metales de las baterías, y un excedente de elementos de tierras raras, suponiendo que se realicen grandes inversiones en infraestructuras de reciclaje y se solucionen los problemas legislativos.

Pero en los próximos 20 años, algunos metales primarios serán fundamentales para poner en marcha el cambio hacia la energía limpia. El reciclaje no proporcionará un suministro significativo de muchos metales hasta después de 2040, cuando los primeros equipos de tecnología de energía limpia empiecen a llegar al final de su vida útil. Por tanto, al menos en los próximos 15 años Europa se enfrenta a un déficit crítico para abastecer el inicio de su sistema de energía limpia.

Alrededor del año 2030 y hasta 2040, cuando la demanda de metales alcanzará su punto álgido, Europa podría tener problemas por la escasez de suministro mundial, en especial de litio, cobalto, níquel, tierras raras y cobre. La demanda de metales primarios de la UE alcanzará su punto álgido en torno a 2040.

Liesbet Gregoir, autora principal de KU Leuven, comentó: “Europa tiene que decidir urgentemente cómo va a cubrir su inminente déficit de suministro de metales primarios. Sin una estrategia decisiva, se arriesga a nuevas dependencias”.

informe metals for clean energy

¿Cómo podemos conseguir el suministro de metales necesario?

Gregoir plantea tres soluciones que, unidas, podrían asegurar el suministro de metales a medio plazo. La primera es desarrollar nuevas minas. Según el estudio, existe un potencial teórico para que nuevas minas europeas cubran entre el 5% y el 55% de las necesidades de Europa en 2030, sobre todo en lo que respecta al litio y las tierras raras. Pero sería necesario un cambio de paradigma para sacar adelante los proyectos necesarios para mitigar parte del riesgo de falta de suministro, ya que, a pesar de las elevadas normas medioambientales europeas, los proyectos mineros de toda Europa tienen que lidiar con la oposición de las comunidades locales y/o los retrasos en los permisos.

La segunda, abrir nuevas refinerías para transformar los minerales extraídos y las materias primas secundarias en metales o productos químicos. Pero la actual crisis energética de Europa dificulta nuevas inversiones en refinado y la subida vertiginosa de los precios de la energía ya ha provocado el cierre temporal de casi la mitad de la capacidad de refinado de aluminio y zinc existente en el continente, mientras no para de crecer en otras partes del mundo.

Por otra parte, el potencial interno relativamente limitado de Europa hace necesaria, según el informe, la última opción, que Europa co-invierta o financie nuevos proyectos mineros en todo el mundo a cambio de acuerdos de suministro a largo plazo. “Si nos fijamos en China, han sido muy proactivos”, dijo Gregoir. “Tienen proyectos en todo el mundo para todo lo que no pueden producir ellos mismos. Europa podría aprender de ello”.

El estudio recomienda que Europa se asocie con proveedores de probada responsabilidad en la gestión de sus riesgos ambientales y sociales, y también se cuestiona si debe apoyar las inversiones en minas externas para impulsar directamente las normas ASG.

Ninguna de estas acciones, por sí sola, va a asegurar el suministro concluye el informe. Europa debe actuar para apoyar su objetivo de autonomía estratégica. Según los autores del informe, “es necesario un cambio de paradigma si Europa quiere desarrollar nuevas fuentes de suministro locales con una alta protección medioambiental y social. Hoy en día no vemos la aceptación de la comunidad ni las condiciones comerciales para que el continente construya sus propias cadenas de suministro sólidas. La ventana se está estrechando; los proyectos deben avanzar realmente en los próximos dos años para estar listos en 2030”.

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