Captura de CO2 en los residuos mineros, un camino para alcanzar el balance neto 0

Mar 7, 2022

Desde el Acuerdo Climático de París de 2015, la presión para que la industria minera reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y avance hacia la neutralidad de las emisiones de carbono no ha dejado de aumentar. Y, al mismo tiempo, cada vez está más claro que  la industria minera podría convertirse en un actor importante en la consecución de este fin mediante el “secuestro” del CO2 atmosférico en los residuos mineros. La incorporación de actividades de captura de carbono en las operaciones mineras, desde la planificación hasta la trituración y el almacenamiento de los residuos, puede generar ventajas económicas, corporativas y sociales para las empresas mineras, además de beneficios como la estabilización de los residuos y la inmovilización de los metales pesados..

Una de las tecnologías más sólidas es la denominada carbonatación mineral. Permite extraer el CO2 del aire para almacenarlo  “durante escalas de tiempo geológicas”, en forma de minerales carbonatados estables que también capturan los metales pesados existentes en los residuos. La reacción básica es sencilla: el CO2 de la atmósfera reacciona con los silicatos e hidróxidos de magnesio y calcio para formar minerales de carbonato.

Este proceso se produce a lo largo de millones de años de forma natural en la superficie de la Tierra cuando las rocas se someten a la meteorización química. Pero la captación eficaz de carbono se debe a las grandes superficies reactivas de los granos de roca generadas por la trituración, por lo que la fijación de carbono es directamente atribuible a las operaciones mineras.

Estas reacciones espontáneas se ven afectadas por las características del mineral, el clima local y la forma en que se procesan, transportan, depositan y almacenan los residuos, explica Greg Dipple,  profesor de la Universidad de Columbia Británica y uno de los mayores expertos en captura de carbono en los depósitos de residuos mineros, Greg Dipple, explica la tecnología de captura de carbono.. Para lograr una compensación significativa de las emisiones de las minas, hay que acelerar las reacciones de fijación del carbono.

¿Qué minas son las más adecuadas para la carbonatación ?

Las minas que mejor se adaptan a la carbonatación de minerales son las que producen roca estéril alcalina alojada en rocas máficas o ultramáficas. Las rocas máficas y ultramáficas son ricas en minerales portadores de magnesio y calcio, como el olivino, el piroxeno, la brucita y el talco. Los residuos alcalinos tienen un pH elevado (baja acidez) y reaccionan de forma natural con el CO2 para producir minerales carbonatados.

Las minas que producen níquel, elementos del grupo del platino, diamantes, cromita, cobre, aluminio y talco tienen el mayor potencial de almacenamiento de carbono. En conjunto, estas industrias mineras producen 419 millones de toneladas de residuos al año. Si se produjera una carbonización completa de esos residuos, podrían secuestrar 175 millones de toneladas de CO2 al año.

La posible disminución de los gastos de las minas al explotar el potencial de almacenamiento de CO2 significa que algunas operaciones mineras podrían aumentar su viabilidad económica, lo que redundaría en la puesta en marcha de más proyectos.

2 casos prácticos

A escala individual, gracias a estas técnicas, algunas minas tienen el potencial de compensar con creces sus propias emisiones de GEI.

Por ejemplo, actualmente en la presa de residuos de la mina de níquel Mount Keith de BHP,  una de las más grandes de Australia,  se están almacenando aproximadamente 40.000 toneladas de C02 extraidas directamente de la atmósfera al año.

Han compensado su producción de CO2 hasta en un 11% con unas modificaciones relativamente pequeñas en su forma de depositar los residuos. . De hecho, han calculado que la carbonatación completa de los 11 millones de toneladas de residuos que produce anualmente, conseguiría almacenar 4 millones de toneladas de CO2, 10 veces más que los GEI generados por la mina.

Otro ejemplo. Giga Metals, una compañía dedicada a la explotación de metales críticos como el niquel y el cobalto, está a punto de iniciar la explotación en el proyecto Turnagain (Canadá) , que pretende convertirse en la primera mina carbono neutral del mundo, es decir, la primera con balance cero de CO2.

Mark Jarvis, director general de la empresa canadiense, afirma que “cuando esté operativa, la mina funcionará con energía hidroeléctrica y empleará el secuestro pasivo de carbono en los residuos para equilibrar las emisiones generadas por los equipos de minería”.

En colaboración con  Greg Dipple,  han probado la técnica de secuestro, que convierte los silicatos de los relaves en carbonatos. Los primeros ensayos arrojaron tasas de absorción de dióxido de carbono (CO2) que “respaldan nuestra ambición de construir una mina neutra en carbono, sin necesidad de comprar créditos de carbono para compensar las emisiones generadas en el lugar“, añadió Jarvis.

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